martes, 12 de abril de 2011

Los fondos de inversión.


Empezamos por definir qué es un fondo de inversión: es una cantidad de dinero o bienes patrimoniales, que un conjunto de ahorradores ha depositado, para que una sociedad gestora lleve su administración. Cada inversor tendrá su correspondiente certificado de participación que especifica la cantidad aportada y da fe de su participación. Los fondos de inversión se han convertido en una herramienta para los pequeños inversores que, sin tener la información ni los conocimientos de los grandes, confían en el asesoramiento de la sociedad que lo gestiona. Tal es el peso de estos fondos que son capaces de determinar tendencias sobre el comportamiento de distintos activos financieros.
Los fondos más comunes son los que invierten en acciones (renta variable) y obligaciones y bonos (renta fija), aunque también existen otros que invierten en activos alternativos que también pueden generar plusvalías, como por ejemplo los que lo hacen en bienes inmobiliarios (Fondos inmobiliarios).
Una gran mayoría de los fondos son “garantizados”, ya que prometen que el inversor recuperará siempre, al menos, el capital invertido. En todo caso aún así siempre existe riesgo para el inversor si el fondo tiene problemas de liquidez. Esto ha sucedido con fondos inmobiliarios, tanto del banco BSCH como del BBVA, que han sido congelados debido a la reiterada demanda de los participantes por cancelar sus aportaciones no habiendo disponible liquidez suficiente.
En función de la aversión al riesgo del inversor, encontramos fondos que se basan casi en su totalidad en renta fija y por tanto son más seguros, hasta fondos que se basan principalmente en renta variable que, siendo menos seguros que los anteriores, pueden conseguir rentabilidades mucho más elevadas.
¿Puede un inversor solicitar el reembolso en cualquier momento?, no hay una respuesta única a esta pregunta, por eso el inversor debe informarse de las características del fondo antes de nada. Veamos, hay fondos que penalizan el reembolso total o parcial en los períodos iniciales, para ir rebajando la penalización en los períodos siguientes hasta que ésta desaparece. Otros abren cada cierto tiempo las conocidas como “ventanas de liquidez” que en realidad son períodos de tiempo en los que se permite retirar el capital constituido sin penalización.
Todos los fondos tienen establecidas unas comisiones, generalmente un porcentaje sobre el capital depositado, que sirven para pagar los servicios de la entidad gestora. Lógicamente las comisiones disminuyen la rentabilidad final obtenida y por eso deben ser valoradas por el inversor.
¿En qué fondo debemos invertir?, existen multitud de posibilidades en el mercado. Lo más habitual es estudiar cuáles han tenido más éxito en los últimos años e invertir en uno de ellos. Ante esta actitud que parece tan lógica hay que decir que debemos tener cuidado por que las tendencias cambian. Por ejemplo, hace cuatro años la bolsa tenía un comportamiento marcadamente alcista, por tanto los fondos basados en renta variable consiguieron considerables plusvalías. En ese momento podríamos haber pensado que esos fondos eran los más recomendables, pero a partir del 2008, con la Bolsa a la baja, fueron los fondos basados en renta fija los que coparon los primeros lugares en rentabilidad. Por tanto debemos examinar tendencias a medio y largo plazo y tener paciencia si se cree en la línea que siguen los gestores del fondo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario